La cantidad de células grasas que tenemos se mantiene bastante constante a lo largo de nuestra vida, independientemente de si hacemos dieta o no, o si somos delgados o gordos, afirman los investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia. En un estudio publicado en Naturaleza Han demostrado que creamos continuamente nuevas células grasas para reemplazar las que se están descomponiendo. Los científicos también han demostrado que las personas obesas lo hacen a un ritmo más rápido que las personas delgadas: las células grasas de las personas obesas mueren a un ritmo más rápido y se crean a un ritmo igualmente rápido.
Se ha creído en general que los adultos no pueden crear nuevas células grasas. Hasta ahora se pensaba que las células grasas solo aumentan su masa grasa añadiendo más lípidos a las células grasas que ya existen para equilibrar su peso corporal. Esto es cierto, pero no es el final de la historia. Una investigación dirigida por Kirsty Spalding, Jonas Frisén y Peter Arner ha demostrado recientemente que los adultos producen constantemente nuevas células grasas independientemente de su peso corporal, sexo o edad.
Peter Arner, profesor del Departamento de Medicina de Huddinge, dijo: “El número total de células grasas en el cuerpo es estable a lo largo del tiempo, porque la creación de nuevas células grasas se ve contrarrestada por una descomposición igualmente rápida de las células grasas ya existentes debido a la muerte celular”.
El estudio utilizó una combinación de dos procedimientos únicos:
1. Los científicos pudieron determinar la edad de las células grasas del cuerpo midiendo la incorporación de radiactividad de la atmósfera al ADN de las células grasas.
2. Compararon la masa de las células grasas en relación con la cantidad total de tejido adiposo en un número extremadamente grande de sujetos humanos cuyos pesos corporales variaban ampliamente.
Los científicos descubrieron que las personas obesas producen aproximadamente el doble de nuevas células grasas al año que las personas delgadas. También descubrieron que la muerte de células grasas se produce a un ritmo dos veces mayor entre las personas obesas que entre las personas delgadas. Incluso si las personas obesas que estudiaron perdieron una cantidad significativa de peso, su número total de células grasas en el cuerpo permaneció constante, pero el tamaño de las células grasas individuales disminuyó sustancialmente.
Los científicos afirman que los resultados de este estudio podrían proporcionar un nuevo objetivo para el tratamiento de la obesidad. Si podemos atacar las señales y los genes de las células grasas y controlar la formación de nuevas células de este tipo, tal vez podamos tratar la obesidad de forma más eficaz.
Peter Arner afirmó: “Los resultados pueden explicar, al menos en parte, por qué es tan difícil mantener el peso después de adelgazar. Las nuevas células grasas generadas durante y después de la reducción de peso necesitan reponer sus lípidos rápidamente”.
“Dinámica de la renovación de las células grasas en humanos”.
Kirsty L. Spalding, Erik Arner, Pål O. Westermark, Samuel Bernard, Bruce A. Buchholz, Olaf Bergmann, Lennart Blomqvist, Johan Hoffstedt, Erik Erik Näslund, Tom Britton, Hernan Concha5, Moustapha Hassan, Mikael Rydén, Jonas Frisén y Peter Arner
Naturaleza AOPdoi:10.1038/nature06902 (2008).
Instituto Karolinska
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Escrito por – Christian Nordqvist